Milán es nada más y nada menos que la capital de la moda italiana. Es el lugar de nacimiento de Prada, Armani y Missoni, y hogar de Donatella Versace. Sin embargo, la cultura y la base de la ciudad podrían sorprenderle. Tome el viaje definitivo por carretera a través de Europa y desvíe su autocaravana a la gloriosa Milán.

 

A solo un corto viaje de distancia

En las afueras de Milán encontrará muchos lugares a explorar en su autocaravana. Está justo en la frontera de Suizay Lugano. A una hora de distancia por carretera se encuentra Parma, donde nación el jamón de Parma y el queso parmesano.

Cremona es donde se fabricaron los famosos violines Stradivarius artesanales, y cuenta con un centro compacto y hermoso por el cual es muy agradable dar una caminata. Toma más o menos una hora llegar hasta la plaza principal en su autocaravana, y ahí encontrará la catedral románica, un baptisterio y el Torrazzo, la torre de la campana construida en el siglo XIII con el reloj astronómico más grande del mundo.

Otras excursiones populares a realizar desde Milán son
Turín, Génova y Bérgamo.

 

Una selección de opciones para acampar en Milán

Parece ser que la acampada libre en Italia ya no es bien tolerada y en muchos lugares está explícitamente prohibida. Aún así, solo existe un campamento en Milán – Camping Village Città di Milano. Es un lugar muy popular entre los vacacionistas italianos y a menudo está lleno. El personal habla inglés y las instalaciones están limpias. Aunque está lejos del centro de Milán, justo al otro lado de la valla se encuentra un popular parque acuático.

Si prefiere mejor hospedarse en el paraíso sería mejor acampar un poco más lejos y simplemente tomar el tren a la ciudad para ver todo lo que esta tiene por ofrecer. A una hora de Milán encontrará el Lago Como
Camping Spiaggia. Este campamento en el pequeño pueblo de Abbadia Lariana es en verdad el lugar perfecto.

Si lo que quiere es desconectarse, Camping Class es el sitio perfecto para recargar energías. Está rodeado de vegetación en un paisaje impresionante entre los lagos Brianza. Además, no está lejos de Milán.

 

Cualquier semana, menos la Semana de la Moda

Los italianos tienen a partir en vacaciones en agosto, así que un buen número de hoteles y restaurantes cierran y la ciudad puede tener un calor sofocante. El mejor clima es probablemente en abril, mayo y septiembre. Recuerde planear sus vacaciones evitando los principales eventos internacionales, como la Semana de la Moda. En estas ocasiones los precios en la ciudad se van por los cielos.

 

La vida, una combinación de magia y pasta

Pruebe lo mejor de la comida milanesa en la Antica Trattoria della Pesa. Sirve una de las mejores pastas funghi porcini en la ciudad. Aquí se tiene en alta estima a la tradición, así que recuerde no exprimir limón sobre su platillo de ternera.

Clandestino Milano Restaurant ofrece exquisita gastronomía italiana. Flower Child Sushi crea una réplica del favorito nipón, pero utiliza arroz carnaroli, aceite de oliva extra virgen italiano y queso burrata, en lugar de wasabi o algas. También preparan un cepillo de dientes con menta comestible y pasta de dientes de coco, y un enjuague bucal con sabor a menta y sake.

Acérquese a las celebridades de clase mundial en Giacomo. Está ubicado en una calle residencial y es lo suficientemente discreto para la talla de Giorgio Armani, pero ese no es el motivo por el cual debe ir. La gastronomía aquí es perfecta y totalmente italiana − ordene el lingüine con gambas y flores de calabacín.

En el
Bar della Crocetta han reinventado el humilde sándwich. Hay 100 combinaciones de sabores que van desde el venado salvaje hasta el prosciutto. Si tiene antojo de algo diferente al panini para el almuerzo, vaya sin demora a la parte posterior de la tienda departamental Rinascente cerca del Duomo, donde encontrará a Panzerotti Luini y pruebe el panzerotto que preparan. Estas son un tipo de empanadas rellenas con tomate y mozzarella, dobladas y fritas.

También cerca del Duomo encontrará un montón de elegantes cafés para mirar pasar a la gente mientras toma un espresso.
Trussardi Café y Zuccaare son para los apasionados de la moda en la ciudad, mientras que Bar Bianco es un lugar popular para beber y macchiato y echar un vistazo sin prisas a su guía de viajes.

Durante la hora feliz todos los bares intentan atraer clientes con DJ y comida gratis estilo tapas.
Radetzky ofrece alcachofas marinadas y ostras en hielo; Fresco Art tiene una selección que incluye pasta con salmón ahumado, frittata, ensalada de apio y nuez, mientras que Nottingham Forest y Cuore son las mejores opciones para el cóctel perfecto. La mejor parte es que durante la hora feliz los precios oscilan entre €6 y €8.

 

Empiece con buen pie: atracciones de Milán

La catedral de Milán, conocida como el Duomo de Milán, es algo absolutamente épico, pero no hay fotografías que le hagan justicia. Es la tercer iglesia más grande de toda la Cristiandad y tomó 500 años en completarse. Tome el ascensor hasta la cima para contemplar una vista espectacular de los Alpes.

La última cena de Leonardo da Vinci se encuentra en la iglesia de
Santa Maria delle Grazie. Es quizás la pintura más importante del Renacimiento y captura el dramático momento en que Jesús revela uno de sus discípulos lo traicionará. Asegúrese de reservar un período de tiempo de 15 minutos.

Las boutiques de Milán caben en una plaza, la cual está rodeada por via della Spiga, via Manzoni, via Sant’Andrea y via Montenapoleone, conocida cariñosamente como Quadrilatero d'oro. No se moleste en intentar comprar algo, a menos que esté dispuesto a derrochar: la mitad de la diversión está en mirar los escaparates. En lugar de ello, diríjase a los mejores mercados de la ciudad. El
Fiera di Senigallia es uno de los principales mercados de pulgas en donde encontrará accesorios disco, ropa peruana para bebé y libros viejos de historietas. El popular mercado Papiniano ofrece una amplia mezcla de artículos, incluyendo zapatos, sábanas y accesorios para el hogar. Esté listo para dar batalla si quiere ver las prendas de segunda mano de diseñador.

En la galería con techo de cristal cerca del Duomo podrá encontrar un buen lugar para observar a la gente más elegante.
Galleria Vittorio Emanuele II. Los techos están decorados con mosaicos de Asia, África, Europa y América. Prada ha tenido su tienda principal aquí desde 1913. Ponga atención para ver a las abuelas con perros chihuahuas en sus bolsas Louis Vuitton.

Castello Sforzesco necesita en verdad de un día completo − hay 12 mini museos en un solo complejo. Entre ellos destacan el
Museo d’Arte e Scienza, con una exhibición sobre la vida de Da Vinci; la Pinacoteca di Castello, una galería de geniales obras de Bellini y Mantegna de principios del período renacentista; el Palazzo d'Arte, una muestra de diseño que fue en alguna ocasión la sede de la Triennale, y la galería de esculturas, Civiche Raccolte d'Arte Antica.

Relájese en el Idroscalo, el lago artificial de Milán, en donde se encuentran clubes de playa, áreas de asador y zona para tomar el sol en topless. Para los aficionados al fútbol, el
Estadio de San Siroes una visita que no pueden perderse.